Supera a mi expresión la maravilla
que un día Dios dejó en el camino.
¡Qué admirable es al corazón contarla!
Y no tiene mejor ensalzamiento,
acaso, que un asombro sin palabras
ni mejor alabanza que la música
en perspectiva junto a cada verso.
Vence a mi entendimiento el Dios de amor.
Tendría el corazón que ser un mundo
y aun así no podría con la gloria
que proyecta la sombra del Señor.