_Renacer en un “te quiero”_
En las sombras del anhelo,
brilla el fuego de un suspiro,
como un eco azul y bello.
Se desliza en lento giro,
cual un río sin sendero,
con un cauce siempre frío.
Mas si el alma alza su vuelo,
rompe el aire, rompe el miedo,
y en su luz halla el consuelo.
Son las horas un misterio,
van y vienen sin aviso,
tejiendo un frágil imperio.
Cada rayo es un hechizo,
un destello pasajero,
que ilumina el sacrificio.
Y aunque el tiempo sea severo,
su latido nunca calla,
pues renace en un “te quiero”.