La ciudad tiene avenidas.
se cruzan como un crucigrama,
hay vidas que se cruzan
en una letra común.
Como en el habitante,
la vida y la muerte,
llegan al mismo espacio.
¿El amor donde se une?
Las manos se abren
la voz se vuelve lejana.
La brisa no siempre
apaga la llama:
es el amor de la despedida.
Ni la muerte mira de frente
cuando el amor flota en el alma,
ni las palabras logran
dibujar las huellas exactas
de una despedida.