En la calma de mi alma, tu nombre resuena,
un eco suave que acaricia mis sueños.
Sin palabras, mi corazón te entrega sus penas,
y en cada latido, un amor eterno se siembra.
Como una sombra, te sigo en la distancia,
observando tus pasos, tu sonrisa radiante.
En este amor oculto, encuentro mi confianza,
y en tu mirada, un futuro brillante.