Te escribí un poema para
aplacar mi sed,
recordándote como la flor
de la que me enamoré.
No me digas que te olvide,
sabes que no te puedo olvidar,
me podrás silenciar, no mirar,
sí por azar nos volviéramos
a cruzar, yo te miraría
con el corazón encogido
de sentir tu indiferencia.
No te puedo olvidar,
cada vez que veo una flor
veo tu hermosura,
cada vez que una estrella
veo tus ojos en ella.
porque lo mejor de esta vida
es amar,
aunque no sea uno amado.