🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮

Loor de esperanza

 

Loor de esperanza 

Una voz llega a mi oído, como escena
y en las noches, cuando sueño, está presente,
me dice lo que piensa y lo que siente,
pero algo me interroga que no es buena.

Cada noche, con palabras y silbido,
estropea el silencio con que duermo,
y por eso, tomo el lápiz y el yermo,
dedicando así un verso malherido.

Sin embargo, este proceso es de lucha,
el camino es constante y expresivo;
y al contarlo, en mis versos lo que vivo,
ha de ser por si algún día me escucha.

Esa voz es la puerta que me espera:
tierna obra que en los sueños se publica.
Esa voz, es mi verso y mi bandera,
sino callo, es porque ella no me indica.

Si antes dije que estropea mi ventura
y que puede ser motivo de consuelo.
Yo afirmo que a pesar de mi desvelo,
 solo ella con su lírica me apura.

Ella habla que el poeta es compromiso
desde el día en que eligió ser poeta.
Nadie sabe el porqué de nuestra treta,
es, por tanto, esta vida un paraíso.

Yo he sabido, el apenas de mi parte
y mi alma se desprende como un sismo;
si no caigo es porque yo he sido el mismo
y Dios con su poder me brinda el arte.

En mi corta juventud yo he conocido,
del silencio, la virtud y la elocuencia,
el amor, la esperanza y la paciencia,
hasta ecos de un poema sin sentido.

Yo he encillado el diagrama del cuaderno
y en su página inicial pongo una oda.
Es así que mi vida de rapsoda
ha pasado en el verano y el invierno.

Mi intelecto he librado del abismo
porque el agua es pasión y sinfonía,
mas, por gracias de Dios, mi poesía
se encierra en el espacio de sí mismo.

Si ha sido con la voz del escenario,
no niego que ya somos infinitos,
en este laberinto de peritos,
poblado de misterios y de horarios.

Por tanto, ser poeta es ser valiente,
decir lo que se encuentra, allí perdido,
en medio de una selva, forajido,
contando lo que pasa por la mente.

El verso es alabanza del callado,
sonrisa de la boca que proterva,
aquella donde vive toda cierva,
volviendo así al poeta, enamorado.

La cuerda de mi lira es embeleso,
la vid de mi cantar, literatura;
mis manos y mis labios, pasión pura,
de abrazos y caricias, tierno beso.

Del día en que naciera el personaje
y toda la pasión buscó su forma,
he puesto con mi vida sello y norma;
el verso sea mi único equipaje.

                          Samuel Dixon