Es mi silencio constante,
melancolía presente,
una llama incandescente
quema mi pecho de amante;
soy ese pálido errante
ya de tu vida, un ausente,
que sólo lleva en su mente
ese recuerdo vibrante;
cuán me dolió ese dejarte.
como esa fatua aventura
de una infinita pasión;
hoy yo quisiera alcanzarte
para expresar con ternura
cuánto hay en mi corazón...