Los años pasan y pasan
y el tiempo no lo detienen
así como van, se vienen,
los años que todo arrasan.
Los rayos del sol abrasan
y van causando fisuras,
no importan las levaduras
que engorden mucho los egos,
si por más que existan ruegos
los años pasan facturas.
Si bien el tiempo es eterno
no pasa igual con la vida
si ella termina vencida
llegando el frío de invierno.
Y el viento fresco y galerno
dirá, quizá, con reproche,
que llega la medianoche
oscura, triste y callada;
la vida, la vida es nada,
si luego llega la noche…