Cuando de tarde
en tarde
le cae a uno sobre el pecho
pesadamente la madrugada
y uno se pone a cavilar
y siente el polvo porvenir
los ojos repletos de tristezas
un viejo adiós
unos largos recuerdos.
Y la madrugada se le mete
a uno por los huesos
y uno cavila que será de Marx
en el seno de Dios y la chica que tanto
se amo
y tantos adioses
a uno le entran
unas fortísimas ganas
de llorar.
Cuando son las tres y treinta
de un día cualquiera por la tarde
y sobre el pecho le cae a uno
pesadamente la madrugada
brotan los largos recuerdos
los adioses, la chica que se amo,
el amigo que se esfumo
y el polvo…….
Uno siente que son
más pesadas las madrugadas
por las tardes.