MI FIEL COMPAÑÍA
La compañía es una penuria muy volátil, que ocasionalmente
se suele detener en el borde de tu ventana para descansar.
Allí reposa de los continuos vuelos que realiza regularmente,
te observa, y según como que ve, se queda o vuelve a volar.
Un afligido y angustioso día, se detuvo al borde de mi ventana,
observó que yo estaba apenado, y preguntó, qué me ocurría.
Me sorprendió su educación y cortesía, hablaba muy humana,
era amable, y con dulces y bellas frases, calmó mi melancolía.
La invité a pasar, y le ofrecí que compartiera conmigo el hogar,
charlamos y se mostró muy comprensiva con mis problemas.
Le conté los tristes instantes que yo vivía, sin nadie a quien amar,
ella me miraba callada, y me animó a seguir haciendo poemas.
Se ofreció a quedarse conmigo y tratar de ser mi hada madrina,
le pedí ayuda, que compartiera mis días viendo acabar el tiempo,
y me confesó que el tiempo solo se acaba cuando la vida termina,
que hay que luchar, para ser felices, y vivir sin ningún contratiempo.
Desde aquel agradecido día vive mi soledad, con mi fiel compañía,
juntos compartimos sus perennes alegrías, y mis insufribles penas.
Siempre está a mi lado, infundiéndome ilusión de noche y de día.
¡Mi amable y fiel compañía, eligiendo para mí, siempre cosas buenas!