A media voz los dos como principal elemento, porque lo exige el guión.
Yo te susurró un te quiero,
y tú desde lejos con las manos le das una forma de un corazón.
Silencio, no digas nada, y si lo dices, mide tus palabras, a media luz los dos, a media voz los dos, los silencios encontrados, el miedo hablar es pecado, tu dices que me amas, lo dices bajito y yo siento y repito lo mismo.
Espera, deja que nuestras Almas se desesperen, que lloren juntas, que sientan dolor, aquí en este escenario no me convencerás de que sufres más que yo, si acaso te admito un empate, en este nuestro desesperado Amor.
Silencio, no digo que te calles, te ruego que hables bajito,
suavecito, como sabemos hacerlo siempre, al mismo compás aunque aquí no hace falta contar, solo sentir que yo estoy y tu estás.
La música se oye de fondo, dejémonos llevar, bailemos este tango con la música del silencio, los dos, cara contra cara y nuestros cuerpos bien pegados, la letra, la pongo yo.
A media voz, a media luz los dos, tu voz de terciopelo y mi corazón que te creías que era de hielo, es puro fuego, por eso nunca nos diremos Adiós.
Mael Lorens
Febrero 2025