Ahí va, tejida con cicatrices.
Saliendo de su capullo de seda,
Transformando cada hebra de dolor
en música, en lluvia serena.
Ahí va, mírala andando grácil por la vereda.
Esos pasos menudos que ves flotando
Han pisado caminos de hierba muerta,
Han transitado senderos de noche incierta.
Ahí va, trazando con su eco una vida nueva,
escribe en el cielo su primer poema.
Y espera paciente que ángeles tiernos
la susurren canciones en primavera.
Ahí va. Recuérdala siempre.
Pues has de saber que su apariencia miente
Esta hecha de fuego, de amor y de piedra.
Su corazón ha brotado nuevo de la tierra
Ahí va, recuérdala libre,
Pues ha probado la vida plena y decidida
Ya no la consuelan palabras perdidas
Ahora su esperanza la mantiene erguida
Contagia tu animo con su alegría
Pues sus oraciones por fin son oídas
Es la aventurera de las bendecidas
Ahí va... Volando firme hacia nueva vida.