Ricardo Castillo C.

V. EL ETERNO REFLEJO

Soy la puerta que abre caminos dorados,

la vela encendida en tiempos nublados.

Soy lo nuevo y lo viejo en tus días inquietos,

el arte en tus manos, el verso en tus huesos.

 

Soy quien soy, la casualidad de tus casualidades,

el eco silente de antiguas verdades.

Soy lo tímido y lo osado de tu esencia,

soy lo que amas… y lo que me ata a tu existencia.

 

Soy la escalera que nunca se cierra,

la hoja que cae y el viento que espera.

Soy lo callado en todas tus risas,

la sombra que nunca deslumbra ni avisa.

 

Soy el océano que cubre tu mente,

las huellas que deja la espuma en la frente.

Soy el refugio que buscas un día,

la historia que nunca tendrá despedida.