jorge enrique mantilla

Estoy más qué viejo

*Estoy más qué viejo*
Mi cuerpo se llenó de venas abultadas y de arrugas enormes pronunciadas 
De miradas tristes de ojos saltones de tiroides encimadas
Con el pasar de los años mi cuerpo se convirtió en piltrafas sin resortes encorvadas
Atiborrado de enfermedades, de gritos, de llantos y lágrimas despertadas
Con el transcurrir del tiempo siento la soledad, los silencios y los espantos de pesadillas imaginadas
Pasan los años y cada vez siento qué me estoy quedando sólo, sin familiares, ni amigos, atiborrado de tristes soledades, por nadie visitada 
No alcanzo a imaginar las largas noches tenebrosas cargadas de sombras de pánicos y oscuridades 
Si ya entre la vida y la muerte se inclina la balanza con la esperanza de las posibilidades 
Hay veces que todo se torna oscuro y gris y de las tardes de arreboles, el ocaso marcha a grandes velocidades
De caminar lento y pausado, tembloroso y turuleco, sin oficio y sin ninguna clase de actividades 
A estas alturas de la hermosa y placentera vida me acorralan tristezas, pesadumbres y languidecen lentamente mis debilidades
Llegar a estas alturas de la existencia es como estar en la cima del acantilado y bordeando del precipicio sus escalofriantes profundidades 
Hace rato se esfumó cómo por encanto el amor y ni pasión hay en los aposentos de las intimidades 
Ya no existe pecado, ni confesión, ni lealtades y mucho menos egos, ni vanidades 
Tampoco hay placer, ni risas, ni recuerdos, ni felicidades 
A veces el hermoso atardecer en su ocaso se cubre de sombras, de penumbras, de huracanes y tempestades 
Y se escuchan quejidos de ultratumba horrorosa como si acabase la guerra y de la trinchera sus hostilidades 
Todo lo que sube algún día tiene que bajar y entender la hermosa vida y sus finalidades
*Joreman*