José Antonio Artés

LO QUE NO SE VE

Lo que no se ve cuando abro los ojos,
es más vasto que lo que se ve.

Lo que no se ve cuando callo,

es más hondo que lo que digo.


En el pasar de los días,
como el universo que nunca descansa,
lo esencial se desvanece,
perdido en el tiempo que se repite,
invisible para el ojo que olvidó mirar.

 

Y en el reflejo ajeno,

 ese espejo opaco,

 se pierden las pisadas de lo verídico,

 atrapadas en la nebulosa que las cubre.

 

Entre lo que se pierde en el ruido de las voces,

 y lo que se esconde en el mundo cuántico,

 nos olvidamos de lo que realmente importa,

 lo que no se ve, pero siempre ha estado ahí.

 

Bajo la superficie, más allá del ojo humano,

danza lo pequeño, sin forma, sin tiempo,

tejiendo el hilo invisible,

que sostiene el peso del mundo.

Las emociones, como electrones ocultos en silencio,

aguardan en lo no dicho hasta que el alma las nombra,

revelándolas en toda su complejidad.

 

Como partículas entrelazadas,

 nuestros caminos se cruzan en la nada,

 dirigiéndose a través de lo que no se ve.

En el vacío de lo no visto,

el futuro duerme en lo incierto,

esperando a ser observado para definir su forma.

 

Y cuando por fin miramos de cerca,

 las vibraciones ocultas surgen

 como ondas que se despliegan,

 mostrando lo que antes era sombra.

 

José Antonio Artés