Ricardo C.

El Ășltimo refugio

¿Estará todo perdido
si todavía falta la muerte?

Mientras el dolor y la agonía
se encarnan como culpa envejecida
entre los huesos,

mientras la lengua
no sea más el sitio del silencio,
y el olvido, cansado,
repose sin tiempo
en el tejido inconmensurable de su sueño.

En la íntima soledad del peregrino,
hastiado del lenguaje de los rostros,
pueda yo descansar por un instante
en la piel de la noche perpetua.

Huir de la carne,
silencioso entre sus párpados cerrados,
para olvidar por fin
lo creído.

Managua, 5 de febrero de 2025.