Estoy herido de fe, hermano mío.
Esta libertad es como una absurda amenaza que nos une
por debajo del mantel.
Yo mismo soy el odio de esta ardiente tristeza
y doy aliento a un camino seco a pesar de la tormenta.
Mi cuerpo es una grieta por donde se fugan en fila,
uno tras otro, todos estos sueños.
Voy hacia la luz del silencio
a pesar de esta inmensa tierra desbordando de mi boca.