Penetro la oscuridad de la noche
aprisionando la esperanza de la estrella
sobre un mundo atemorizado
que ansía la mano de un Dios
Un Dios que proclame el amor como único dogma
que consagre el alba como fuente de luz y destello
que unja al árbol como signo de plenitud y abundancia
y corone a la rosa como imagen de gracia y clemencia
Que bendiga el agua como fontana de vida y dulzura
brotando del vientre del mundo donde se procrean las flores
y se transforman las almas en semillas y frutos
Un Dios que alimenta los sueños, sin condenas y penas
que cambie las cruces por entregas y besos
y disipe las sombras con la luz y la esperanza
donde el barro primigenio sea racimo y sea vientre
de un amor infinito que extienda sus alas
y nos lleve a lo eterno