¿Qué tinta la flor de un deseo?
«... descubrí que puedo vivir sin su aroma,
que el amor no es eterno,
que es posible que llueva bajo el sol,
pero ya no lo hará bajo mis estrellas...»
Fueron las circunstancias
Las que dejaron escritos tras ella tantos poemas,
Obvio que no las vio venir, pues entonces solo era
Rubí de labios clavel y corazón totalmente ciego, y
Desarmando las murallas se debatió incontables noches
Entre el inefable diablo y el amanecer.
Un rostro, pero, deambula ahora en su duermevela
Nocturno, apacible, sereno. ¿Qué recuerdos todavía
Destiñen aquellos distantes tiempos?
Existencia en que apenas se entregó el alma,
Solo por la flor de un deseo
Embriagado anhelo de sublime fragancia...
Olvido es, pues hoy se deshace entre sus dedos.
«... velas y un collar de perlas
iluminan mi piel de nuevo
en cursiva azul sueño.»
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