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AL DEJAR MI HOGAR.

Dejo mi hogar, mi suelo querido,

mi Chile profundo, de cielos dorados,

mis risas familiares, el abrazo sentido,

hoy viajo ligero, con sueños cargados.

 

Cargadas de esperanzas, mis maletas,

una de susurros, la otra de anhelos,

guardan en su peso, es promesas secretas,

sus alas en el viento, busca otros cielos.

 

En busca de un mundo donde brille la luz,

donde florezcan voces en cada esquina,

espero que mis pasos, aunque falta la cruz.

Se encuentren con sueños que nadie determina.

 

Adiós, mis montañas, mis ríos, mis mares,

mis pueblos que guardan historias vividas,

me llevo en el alma sus viejos cantares,

y en mi corazón, mil memorias queridas.

 

Afrontaré el camino, la ruta incierta,

cada paso un desafío, cada miedo un maestro,

aunque la nostalgia a veces me muerda,

la esperanza es un faro, un canto a Dios.

 

Hoy vuelo libre, sin cadenas ni muros,

caminando entre nubes, con fe renovada,

aunque deba dejar lo que tanto aprecio,

sé que en cada destino habrá luz en la mirada.

 

Así que dejo mi hogar, mi familia y mi suelo,

mientras las estrellas guían mis senderos,

buscando un nuevo mundo que abrace mis sueños,

viajero valiente, sin miedo sin frenos.