Y si un día por desgracia
ya no hubiera luz del sol
en la fría noche larga
te daría yo mi amor.
Si la luna se apagara
cantaría una canción
con la alegre serenata
que el silencio se robó.
Y si amar fuera pecado
porque hay solo oscuridad
pecaría sin pensarlo
cada día más y más
pues tus ojos, como faros,
me guiarían en tu mar.