Cuando ya no pueda caminar a su lado,
no teman al adiós ni al tiempo pasado.
Mi amor los acompañará, sin importar la distancia,
en cada amanecer y en su dulce fragancia.
Allí donde la memoria y el amor se entrelazan,
por siempre en sus almas viviré,
porque el amor no se apaga con la despedida;
en la ausencia, mi luz seguirá encendida.
Laura Meyer