Azucena Ibatá Bermudez
Las calles siguen su bullicio,
aquí dentro todo se detiene.
No hay diferencia entre seguir sin ti
o nombrarte en la muerte:
ambas duelen igual.
Nos despega sin aviso,
como si no supiera
que el amor no entiende de finales.
Pronuncio tu nombre
en la oscuridad de la habitación,
y el aire me devuelve la certeza:
raneando sin hallar salida,
te lloro mientras te espero.