Ricardo Castillo C.

I. LA QUIMERA DE LA FELICIDAD

Buscamos la risa, la fiesta, el abrazo,

creemos que el gozo es la luz de la vida,

pero hay un vacío detrás del ocaso,

pues nada es eterno si el alma es vencida.

 

Pensamos que es oro lo que el otro ha ganado,

miramos su dicha y la damos por cierta,

pero el gozo ajeno no es fruto sagrado,

si al final del día su alma está muerta.

 

Si alzamos los ojos y vemos el cielo,

sí al fin comprendemos que el alma es sendero,

veremos que el mundo no es más que un anhelo,

y el gozo es más hondo que el simple dinero.

 

No es risa, ni bienes, ni un falso destino,

es solo la paz del que ha hallado el camino.