En el templo de mi alma sentimientos
que saben a lágrimas llenas de humedad,
las hojas heridas arrancadas por los vientos
y alrededor de mí demasiada soledad.
La vida me dio los mágicos momentos
pero la vida también se llevó la verdad,
y hoy en mi memoria pasajes inciertos
que someten hoy a toda mi humanidad.
Todo lo oculto que de a poco se va abriendo
como la nostalgia se abre al recuerdo
que detrás mantiene aún vivo aquel amor.
Y en el humo del cigarro que se apaga
descubro en mí la pena que me amarga
¡Para mantener en mi vivo al mismo dolor!