Si buscas en lo oscuro
alivio a la tristeza arraigada
caricias y besos que el día niega
emociones suprimidas por soltar
escondite para los profundos sueños
tantas veces humillados e incomprendidos
Somos tantos, tantos
los que después de ese tránsito
igual o más dolor seguimos cargando
con remiendos en el alma arrepentida
hay pozos que no tienen borde ni fondo
y después de caídos ni la muerte nos rescata
Tú niño o joven desesperado
por la represión y silencio de ésta
terca y necia sociedad en que te mueves
la belleza y el talento por todas partes corrompido
el camino único para sobrellevar su insano ritmo
es encender la luz en tu corazón y en tu mente
Somos tantos, tantos
los que mirando atrás ahora
hacemos recuento de los errores
la misma fuerza se emplea en resistir
las heridas de aquéllos que no comprenden
y sin piedad arrancan nuestras alas
es la misma que el ímpetu incita a responder
airados con la misma paga
En la oscuridad envueltos
las caricias, las palabras confortan
envolviendo con engaños al incauto
con sensaciones de mariposas en su roce
pero a la luz revelan colmillo y garras de coyote
En la oscuridad las promesas
parecen joyas deslumbrantes
parecen palomas elevando el vuelo
pero a la luz son vidrio opaco y quebradizo
son buitres ansiosos de cebarse con nuestra carne
Somos tantos, tantos
los que al final del túnel
vemos que la luz sólo puede
proceder de las regiones celestiales
donde moran excelsos seres cuyo afán único
es la hermandad y el amor en éste mundo
Así pues eleva tu plegaria
cada día, cada noche sin descanso
los diablos al acecho parecen demasiados
pero un ángel siempre hay cerca para auxiliarnos