Comprendo que lo ocurrido
le pasa hasta a un chiquillo,
ya ves, de haberlo sabido
otra historia contaría,
pues nunca me encontrarías
sin dinero en el bolsillo.
Era sólo cuestión de conocerte
y de saber cuál era tu interés,
hubiese cambiado mi suerte
por sólo complacer tus deseos vanos
y lo que hice con las manos
no lo habría dañado con los pies.
Por no querer llevarte al cine
ni estrenar mi mejor traje,
por confiado pedirte que camines
para juntos conversar…
y hasta por dejarte pagar
a ti solita el pasaje.
No me asombro ni me sorprende,
lo asumo y no me maravillo,
cualquiera desde lejos entiende
que si tú me rechazaste,
fue porque me encontraste
sin dinero en el bolsillo.
Tan sólo quería saber
sin hablar como un loro,
cómo era tu apariencia mujer
y regalarte una rosa,
pero sólo querías una cosa
que fuera de plata o de oro.
De nada sirvió ser amable,
sincero, prudente y sencillo;
no se me ha pelado un cable,
no te equivoques al juzgarme,
lamento que te doliera hallarme
sin dinero en el bolsillo.
Hubiera podido llevarte
a un sinfín de lugares,
miles de tragos brindarte
Y alegrarte esos días
que tú sólo olvidarías
al secarse los mares.
Pero no supiste esperar
y yo no quise ser pillo,
una como tú se podía comprar
para aunque sea entretenerme
y ya ves, preferí mantenerme
sin dinero en el bolsillo.