maríaa

Nymphomaniac vol. I

Acostados,

 

me dijiste después de un rato de haber yo pronunciado esas dos palabras,

 

que tú también me querías.

 

Me quedé mirándote y sentía que mis ojos florecían húmedos.

 

El te quiero hizo que, cuando estuviste dentro, sintiera un calor acogedor en el vientre,

 

y entendí que esa estima lo hace mejor,

 

supe con toda seguridad que el ingrediente secreto del sexo es el amor.