Dulce amado, tú que vienes
con tu amor a manos llenas
en las auroras de oriente
tan serenas...
Flores llueven a mi frente
por tus manos esparcidas,
dulces manos, tan amenas,
tan queridas...
Tu ternura no retienes,
es un jardín floreciente
y tus flores van ceñidas
a mi frente...
Salve, mágico hechicero,
cantan ya los ruiseñores,
fiel canto de amor sublime
cual tenores...
Bien sabes cuánto te quiero,
arómame con tus flores
con besos mi alma redime
de temores...
Ven, amado, que te espero,
Dáme tu licor de amores
Cuando no estás mi alma gime
De dolores...