De los Ángeles Paz

Sin aliento

Despierta querida mía, el sol está por llegar, la luna se ha escondido bajo ese gran delantal de cereno madrugador.

La esperanza sigue en pie aunque solo se escuche tu lento respirar. No desmayes en tu sueño, podrías no correr para alcanzar el primer rayo de sol por la mañana, despierta, que el trinar de las aves es más fuerte que el barco que se acerca por el muelle sobre el mar. 

Son las 8:00 am, aun no despiertas, supongo que te fuiste sin decir adiós, anoche mientras sostenía tu mano, aun pude sentir lo cálido de la sangre que corría por tu cuerpo.  

Acerco mi oído sobre tu pecho y no escucho el palpitar de tu corazón. Oh, alma mía, la desdicha sobre nosotros, tu alma se fue con Dios, mientras sostengo tu cuerpo entre mis brazos. 

Te fuiste con los ángeles, se que vinieron por ti, a lo lejos pude escuchar que susurrabas  mi nombre. ¿Ahora que hago? Me quedaré con el recuerdo de tu dulce voz, siento que no podré seguir sin ti, siento que decaigo, mi aliento quiere irse contigo,  con la esperanza de vivir junto a ti en el más allá.