¿Por qué soy yo quien sufre por su mal comportamiento? ¿Por qué soy yo quien llora porque ella no te quiere soltar? Soy yo quien carga con el peso de su terquedad, quien sufre porque ella se niega a dejarte quien siente su sombra entre nosotros, como un fantasma que se aferra al ayer. Aunque esa puerta donde ella está parada permanezca cerrada, yo espío por la cerradura, esperando verla partir. Pero no... ahí sigue. Casi tres años han pasado, y aún permanece firme. ¿Cuándo llegará el día en que se vaya? ¿Cuándo se dará cuenta yo soy tu nuevo hogar?