Malen

Un día más

 

(Parte 1)

Era la tarde atediada,
era así por ser callada
y sin color.
Una más entre el letargo,
y un café, frío y amargo
era el actor.

La mesita en la ventana,
mi cuaderno de truhana
podía abrir.
Sala de bar muy vacía,
mis silencios solo oía
al escribir.

Otro día se pasaba,
día más que imaginaba
una bondad.
Fantasías, sentimientos,
querían cambiar los vientos
de soledad.

Sentía soñar despierta
cuando al correrse la puerta,
allí le vi.
Me miró, cara dulzona,
mas giré por ver persona
atrás de mí.

Ay, maravilla mariana,
entre él y mi ventana
estaba yo.
Me venía, paso a paso,
con los nervios le di al vaso
y se cayó.

Ay, qué guapo, cosa grata,
seguro que quiere plata
(me imaginé),
pues a esta, tan flaca cosa,
nadie busca por hermosa
ni aún con fe..

 

(Parte 2)

Buena tarde señorita,
la pido a usted me permita
poder sentar.
¿Quiere otro café caliente?,
¿no me pone inconveniente
para invitar?

Pues.. mirando varios dias..
Qué bonitas armonías
se pueden ver.
Siempre sola, sin estrella,
¿cómo es posible, tan bella,
sola mujer?

Y yo tan solo la pido
poder oler el sentido
de blanca flor.
Y quizás si Dios me alcanza,
un rezar por la esperanza
en darla amor.

Así hablaba sin descanso,
y yo, feliz en remanso
sin vacilar.
Dulce como caramelo,
abría puertas el cielo,
dejaba entrar.

Faz de muñeca pepona
con fuego en una corona
para sentir.
El paraiso en una mesa
y el alma de una princesa
para morir.

Porque morir yo quería
si con ello, mantenía
esa verdad.
Y escuchaba, y escuchaba,
la vida por ello daba,
realidad...

 

(Parte 3)

Gritos, ay, gritos lejanos..
Pero luego muy cercanos,
y en voz tenor.
¡Señorita ya despierte!,
que se me ha dormido inerte
y con sudor.

¿Tira el café y se dormita?
Guárdese esa, su hoja escrita.
Voy a cerrar.
La veo muy mareada.
Vaya a buscar almohada
y sin dudar. 

...

Era una tarde tediada..
Yo paseaba cansada
y sin compás.
Era tan solo una tarde,
una sin tiempo ni alarde.
Solo una más.

...

 

Madalen