He recorrido mucho, pensando en ella,
se fue sin razón, una pasión en mi vida.
Nunca se encuentra, luchando contra todo,
cada día, su alma sigue en la contienda.
Y yo, que la amé con un amor sincero,
la recuerdo en cada paso, en cada sueño.
Su ausencia me duele, me quema por dentro,
pero su recuerdo sigue vivo, eterno.
En cada rincón, en cada melodía,
su presencia se siente, su aroma persiste.
La busco en el viento, en la luna, en el sol,
pero ella no está, solo su recuerdo triste.
Dicen que el tiempo cura todas las heridas,
pero esta herida no cierra, sigue abierta.
Su recuerdo es mi sombra, mi fiel compañía,
la ausencia que me habita, mi eterna condena.