Joel F.

Plegaria al tiempo

Pronuncio el rezo indecible,
ruego de pronta asistencia;
verbo suave de clemencia,
¡sálvame de lo invivible!
 
Cura mi yaga inasible,
larva negra de la ausencia;
sajando la prevalencia
del ardor insostenible.
 
Devuélvele la templanza
a mi corazón turbado,
ruin, trémulo y devastado.
 
Así es mi mustio recado.
Padre Tiempo incontrolado,
sáname con tu esperanza.