Bendita condena me ata a ti,
no puedo salir.
Recuerdo tu nívea piel que atolondraba
mi ser.
Cómo saber cuando acabará el ayer
si me castiga pensarte y me prohíbes tocarte.
Cuando cambiará el color de la vida,
que me dará esperanza.
Inmortal sentimiento hacía ti tengo,
que me carcome el alma y aliento.
Qué habría yo de hacer para verte volver,
dime que me amas y estaré a tus pies.