“Cada día la vorágine
remueve el cerezo,
caen sus hojas
nadie toma sus frutos,
Así el collar de llaves
duerme en tu cuello
¿Quién abrirá la puerta?”
La puerta no espera,
regresa cuando emergen tus dudas.
¿Cuántas duermen en ti?
Das un paso: La puerta es tu burbuja.
Das otro: Las palabras se enredan en la fragilidad.
Hay una puerta dormida
sus bisagras susurran en la noche.
Esta entreabierta,
¿Quién la cruza cuando sueñas?
Escucha:
“No se abre con la llave
solo basta el naufragio de tu voz,
y la reflexión de tu alma”