Soy el bueno, y por serlo me han hecho cosas, me han inventado historias.
Soy el bueno, y para el bueno no hay recompensas ni guerras ganadas ni victorias.
Soy el bueno, pero se han olvidado de mi rostro, de mi nombre y hasta de mi persona.
Soy el bueno, nunca busqué venganza aunque motivos no me faltaran; soy calma.
Soy el bueno, me fallaron miles de veces, me mintieron en la cara, y yo como si nada.
Sigo siendo el bueno; a veces maldigo, ofendo, pero solo lo hago a través del viento.
Soy el bueno con las heridas abiertas, dando siempre la mano a manos necesitadas.
Soy el bueno, no llevo odio por dentro, tan bueno que rencores no guardo ni los tengo.
Soy tan bueno que el día en que llegue a mi fin seré recordado como el tonto que fui.