Quelqu’un regarde au large..
un cheval noir...raconte l’histoire du silence.
Yo me adoso a aquella sombra,
Y recojo con mis manos la voz tenue de la roca.
Le hablo...y me encuentro repitiendo mi nombre, me habla y la escucho, sabe el secreto,
conoce las letras que despiertan la fantasía y
entre las sílabas más frías y la dorada laconia, escribe fuera de mí, dentro de mí garabatos de melancolía y así de repente … toda de negro me siento vestida.