Rayos de luz tus pasos iluminan,
hondean libres por el firmamento,
briznas de luna que propaga el viento
dúctiles ante tu beldad se inclinan.
Seducen con donaire y determinan
Iluminar la voz del sentimiento,
y mis poemas con arrobamiento
por la luz de tu pelo peregrinan.
Un racimo de rimas le regalo
a los aromas de tu cabellera
y al dulce nimbo de sus arreboles.
Y admirada del brillo de tu halo
una peina de nácar yo te diera
para desmarañar tus caracoles.