Del cemento y sin suerte
astutos caballeros
Duermen en las vìas aladas
Del convento y la muerte
Los mudos cangrejos
Se buscan en playas erradas
En un intento que muerde
Los pasajeros
Trepan los cielos sin calma
Sin consuelo, sin mente
Sobre aspero suelo
Bebes de cienagas de barro
sin alma