JAGC

TU TE MARCHARAS

 Tú te marcharás, dejando

mi destino derrotado

bajo el dolor de mi enfado;

 tú te marcharás, dejando

un relicario cosido

a mi camarín cerrado.

 Tú te marcharás, dejando

los iris de mis ojos rotos

patentes al desamparo;

 tú te marcharás, dejando

el sonido de tu sueño

en la mudez de mi canto.

 Tú te marcharás, dejando

el rostro de tu hermosura

en los dedos de mis manos;

 tú te marcharás, dejando

en la estación de mi vida

soledad y desencanto.

 Tú te marcharás, dejando

mi voluntad desolada

y mi corazón sangrando.

 Tú te marcharás un día,

un día ya no lejano,

como se marcha el sonido

del violín estropeado,

con la madera ya vieja,

con el traste desgastado,

con las cuerdas deshiladas,

pero sonando el vibrato

por el amor afinado.

 

 JOSE ANTONIO GARCIA CALVO