El descanso
El cuerpo y el espíritu reclaman siempre descanso,
en ambiente, propicio para el alma inconquistable;
rescatándola, de las angustias de la circunstancia,
fuera del tiempo, hasta el espacio inmensurable,
lejos de la oscuridad que espanta al miedo y agobia;
más allá de la penuria, viajando al país del remanso,
renovará el ánimo el aroma del amanecer y su fragancia