El río es otro ser vivo,
la demencia que ataca a los inocentes.
(Nadie los observa una vez han sido encontrados).
Un alma perdida, por el rocío, por los desastres que abrazo,
santificadas sean las esperas que guardamos,
escondidas en nuestras casas,
atormentadas por el nuevo siglo y las palabras que hieren.
Los errores del futuro nos dejan atolondrados y deseando algo más,
tomo lo que se nos ha dado con la mano firme.
Flores de cristal.
Lo que anhelábamos ha muerto,
con un pensamiento a la deriva.