Gloria Villanueva

SIN PUERTO

Sendero del alma, a la sombra del mensajero,

donde no hay carta, ni espejo ensarta.

Soledad cubierta por divanes ajenos,

presagian nimios encuentros pasajeros.

 

Alondras matutinas, embelesan miradas,

ninguna destinada a la grieta fría de su balada.

Amor incandescente, fuerte y evidente,

busca su hilo en la niebla pasada.

 

Sin aliento, llega a la cima,

buscando oro se aproxima,

solo encuentra piedra,

escarbando entre la yedra.

 

Decae la ilusión, nace del desconcierto.

Divaga el sentimiento, esperando sin puerto.

 

(Gloria Villanueva)