Joel F.

Y si...

Y si traigo, en la temprana
luz suave de la mañana,
un respiro de clavel
para que duermas en él;
¿Posarías tus dormidas
manos sobre el rojo manto
que, con delicado encanto,
velará por tus heridas?
 
Y si diera a lo inefable
un sonido pronunciable,
apartando la mudez
negra de su placidez
¿Confiarías en tu oído
cuando diga la palabra
para que, despacio, se abra
todo el mundo del sentido?
 
Y si caigo en la batalla
y perece la muralla
junto el reino que elegí,
sembraré mi amor en ti
para que, fuerte, en tu pecho
crezca un gran roble fornido
donde alejes el olvido
de mi abandonado lecho.