El aire tibio trae recuerdos, acompañados de hojas nuevas en el viento, bajo cielos despejados, se desvanecen los secretos en el tiempo.
Mes de la primavera, sinceras son las rosas que abren sus pétalos, con su tierno olor, nos brindan amor, quitando el dolor del corazón, cristalinas son las lágrimas que caen, como un suave clamor.
La tierra se viste de verde esperanza, gran relevancia, donde en cada rincón el sol abraza, y el alma rompe su coraza, renace en paz, y en su luz se desplaza.
El viento ligero se lleva flores marchitas, mariquitas son las que se posan en sus cenizas, con su danza al compás de la brisa, trayendo consigo una calma que eterniza.
Mayo, mes de sueños y colores vibrantes, donde el cielo se viste de tonos elegantes, y el alma encuentra sus pasos errantes, al compás de lo brillante.
Abundante es el perfume que resume lo que el tiempo consume, vibrante es la flor que perfuma el aire en su bruma, deslumbrante es su luz que se esconde tras la penumbra.