En este parque mohoso, sin fronda,
áspero recuerdo de la hermosura
que en la primavera vence, la usura
del ruin invierno su interés ahonda.
No se oye, ni siquiera, la blonda
fuente mojando con filial ternura
labios infantiles con agua pura;
si se escucha la repetida monda
de rosales secos y arbustos yertos.
Suenan, en el silencio, mis pisadas
viajando con mis aforismos muertos;
suenan, entre los setos, mis aisladas
quejas por ser mis amores injertos
que soldaron en mi alma barricadas.
JOSE ANTONIO GARCIA CALVO