Aromas del alma y del corazón…
Quisiera que este día, te llegará el aroma de mi alma y corazón,
Para qué te des cuenta de todo el amor que te profeso, con mi aroma,
Aroma con olor a jardines desde mi alma, donde el jazmín eres tú y yo soy la rosa.
Esta fecha es muy especial y quise describirte esté amor que siento por ti,
Dejando en ti el aroma que brota de mi alma y corazón porque eres la razón
de mi sin razón para amarte y desear, comerte a besos y quiero quedarme en ti,
tener tu sabor en mi boca, sabor a dulce de mandarinas, y aroma a fresas
que se confunden con el aroma de mis pechos, que emanan rico olor a durazno,
Y despierto el fuego dormido que hay en ti y ardemos como teas sin apagar,
para disfrutar esta fecha, que ahora nos recuerda el fuego que encendimos antes,
Qué sin querer, lo fuimos dejando apagar, ahora, es el momento que los aromas
del alma y del corazón nos enciendan de nuevo. Y hagamos de esta noche un derroche,
Un derroche de amor, donde el alma y corazón, bailen al son de una canción,
Una canción de amor romántico que vivimos cuando nos conocimos y nos teníamos,
Contágiate de mí, ¡amor! tómame, poséeme, revíveme, conquístame y volvamos a vivir,
este amor, el primer amor, que nos enamoró en esa fecha especial “Día del amor” recuerdas?
Volvamos a incendiar las sábanas llenándolas de amor, pasión y de aromas del corazón
y del alma, solo para que volvamos a sentir la llama del amor y arder quemándonos de deseo,
como cuando nos conocimos, que no queríamos separarnos, hacíamos de la noche, día
y del día, noche para tenernos horas y horas juntos, porque nos extrañábamos unos minutos
separados, éramos intensos, volvamos a nuestro primer amor, ¡amor, quiero tener algo contigo!
algo que sea inolvidable para los dos, y dejar atrás los SILENCIOS que nos separan y me torturan.
Escribamos una nueva historia de amor, olvidemos que fuimos ajenos, hoy la vida nos juntó de nuevo!!
Alicia Pérez Hernández… México
No es la pluma la que escribe, es el alma
Todos los derechos reservados©
Yo no quiero morirme sin saber de tu boca.
Yo no quiero morirme con el alma perpleja
sabiéndote distinto, perdido en otras playas.
Yo no quiero morirme con este desconsuelo
por el arco infinito de esa cúpula triste
donde habitan tus sueños al sol de mediodía.
Yo no quiero morirme sin haberte entregado
las doradas esferas de mi cuerpo,
la piel que me recubre, el temblor que me invade.
Yo no quiero morirme sin que me hayas amado.