Mírate ahora, congela en tu mente esta historia, anhela retener lo bueno y opaca la tristeza de tus días.
Sueña y no pospongas tu sueño, allí y solo allí la verás, allí se encontrarán.
Abraza su imagen, deleita tu memoria en su aroma, su piel y su canto.
No tortures aquel momento, no maltrates tu decisión, solo vive tu momento, solo recuerda su último encuentro.
Nos hacemos viejos, olvidamos y anhelamos aquellos niños que fuimos, que triste que es el anhelo.