Alfredo Daniel Lopez

\'Amando a una bipolar\'

 

 

Escribir por escribir XLV
Amando a una bipolar
.

Qué triste es decir te quiero
sabiendo que no es verdad, 
que da la casualidad
que no soy el verdadero.
Ya no soy tu fiel arriero,
mi corazón destrozaste
con tu insidia lo mataste
y mi alma vas consumiendo,
cada que me vas mintiendo. 
¡Como arpía me engañaste!

¡Como arpía me engañaste!
Con esos labios de fuego
que me convierte en borrego
y a tu figura me ataste.
Día a día me embriagaste
y comía de tu mano, 
me sentía un vil marrano
sin orgullo ni sentido. 
Sólo se que estoy vencido...
¡Quiero otra vez ser humano!

!Quiero otra vez ser humano!
Y sentirme renacer, 

y otra vez poder crecer

en un mundo no tirano.
¿Qué puede hacer un profano,
para cambiar este mundo?
Siento un vacío profundo
desde el día que mi amada
se perdió en esa alborada
de un sendero freudiano.

En un sendero freudiano
frío, oscuro y enfermizo;
va quemándose el cañizo
en este ardiente verano,
y se quema grano a grano
esa espiga hoy aceitosa.
Para mí ella es una diosa
aunque este de capa caída
o quizás esté perdida
sola con miedo e injuriosa.

Sola con miedo e injuriosa,
lamenta ella el duro entuerto
y quiere volver al puerto
para escribir verso o prosa.
No desea ser monstruosa, 
dejando la fea ofensa
de la que vive propensa
por las crisis de lujuria,
que la castiga con furia...
¡Y la noche no compensa! 
.


Alfredo Daniel Lopez 
El guardian del centeno
Barcelona - España